
Desafíos Ambientales
Aguas Residuales
- Los centros poblados y desarrollos urbanos en constante crecimiento representan una intensa presión para la Cuenca, por la gran falta de tratamiento de las aguas residuales urbanas e industriales.
- El 92% de las aguas residuales a nivel nacional se descargan en los cursos naturales de agua sin tratamiento previo.
- De acuerdo al último censo, únicamente el 8% de las aguas negras tienen algún nivel de tratamiento previo a la descarga.
- Aunque el Ecuador posee grandes cantidades de agua, su contaminación pone en riesgo la disponibilidad futura de agua de calidad apta para consumo humano, riego, abrevadero, actividades recreacionales, etc.
- En la Cuenca del Río Daule, exceptuando los cantones de Guayaquil, Santo Domingo de los Tsáchilas, Samborondón y Jipijapa, los cantones restantes solo llegan al 20% de cobertura de alcantarillado sanitario en sus cabeceras cantonales.
Malas prácticas agrícolas
- El 79% del suelo de la Cuenca se utiliza para actividades agrícolas y ganaderas.
- Existe un uso indiscriminado de agroquímicos: En el Ecuador entre 2003 a 2015 aumentó en 53% la importación de estos productos. (en los últimos 10 años ha aumentado un 20% el uso de estos productos)
- 38 tipos de plaguicidas altamente peligrosos se aplican tan solo en el cultivo del arroz.
- La agricultura agresiva de monocultivos ocupa más del 75% del territorio, lo que perjudica la conservación del suelo y la biodiversidad.
Deforestación
- En la cuenca del Daule, solamente el 13% de su superficie mantiene aún bosques naturales.
- Entre el 2003 y el 2018 se perdió el 9% de la superficie de bosques naturales de la cuenca.
- Existen 12 microcuencas que tienen alarmantes niveles de pérdida de suelo, catalogados como erosión potencial catastrófica (Pérdidas mayores a 200 toneladas por hectárea por año)

Soluciones
Cuidar los bosques existentes, proteger la vegetación de las riberas de los ríos, reforestar y promover prácticas amigables con el suelo.
Concientizar a las personas para que no boten su basura en el río, y exigir mejores prácticas a los municipios, las industrias y el sector agropecuario.
Exigir a las autoridades un mejor ordenamiento territorial: no construir en zonas inundables ni en riberas, destinar áreas de protección del agua, sembrar árboles, mejorar los cultivos para que soporten la sequía.