Colimes, un paraíso escondido que combina turismo y sostenibilidad

Autor: Jorge Peréz

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El florecimiento de guayacanes en Colimes es un atractivo turístico que se ha visto  potenciado por la gran labor del Proyecto La Fuente para promover el cuidado de  la naturaleza a través de prácticas agroecológicas.

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Colimes es un paraíso escondido de Guayas que destaca por el florecimiento de Guayacanes.

A una hora y media de la zona urbana de Guayaquil, a 90 kilómetros desde el norte de  la urbe, se encuentra Colimes, un cantón con poco más de 26 mil habitantes. Este recinto  ocupa apenas el 1% de toda la población del Guayas. Pero algo que abunda -y de sobra en esta zona es el agua, pues se trata de un territorio abrazado por el río Colimes y el río  Daule, uno de los afluentes más importantes del reconocido río Guayas. 

Los dos ríos anteriores desembocan en la playa de Santa Rosa, ubicada junto a la cabecera  cantonal de Colimes y caracterizada por su gran extensión y la decoración adueñada por  los patos y demás especies marinas.

Sin embargo, la abundancia del cantón no sólo se refleja en lo anterior. Desde la mitad  del viaje a Colimes, se pueden contemplar una gama de aspectos llamativos: desde  paisajes costeros y senderos de tierra donde las familias pueden pasar el día hasta huertos  cacaoteros donde es fácil visualizar monos y otras especies.

Se dice que si el camino es hermoso, no se debe preguntar hacia dónde conduce. Pero es  realmente fácil saber cuándo se arriba a este rincón del Ecuador, pues el lugar se tiñe de  amarillo gracias a los Guayacanes que cubren la zona. De hecho, en Colimes, el amarillo  se vuelve el color favorito de la naturaleza.

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Llegando a Colimes, los Guayacanes empiezan a teñir el panorama de color amarillo.

¿SABIAS QUE…?

Colimes forma parte de la  Ruta del Arroz por las Riberas  del Daule, que recorre los  cantones de Palestina, Santa  Lucía y Daule. 

Todas estas zonas poseen  diversos balnearios de agua  dulce en las márgenes del río  Daule.

A quien llega, también le es inevitable encontrarse con la comida típica preparada a partir de pescados únicos del río Daule, las llamativas infraestructuras que rodean a la Iglesia  Central y al Malecón de Santa Rosa, los viajes en caballo o gabarra y, por supuesto, el  sendero turístico de Guayacanes ubicado en La Habas.

Estas son algunas de las atracciones turísticas de este paraíso prácticamente escondido,  aunque lo cierto es que gran parte de este próspero cantón se debe a la ganadería y la  agricultura, lo que propicia actividades de crianza de ganado vacuno y porcino, así como  la cosecha de productos emblemáticos como el arroz, café, banano, y más.

En efecto, Colimes y sus comunidades dependen del ecoturismo, por lo que gran parte de  sus habitantes se dedican a un modelo de vida regido por la agricultura. Néstor Burgos,  gestor turístico de Colimes, argumenta que “la hacienda es un campo que te permite tener  contacto directo con la naturaleza y experimentar el turismo vivencial”.

Y es que el compromiso de Colimes con la naturaleza y el ecoturismo se refleja fielmente  al tratarse de los Guayacanes, pues la zona se transforma en un notable mar de flores  amarillas cuando agricultores se agrupan para el proceso de floración que se da entre  diciembre y enero. 

*Galería de Fotos: https://www.primicias.ec/noticias/sociedad/guayas-colimes florecimiento-guayacanes-fenomeno-nino/*

En Colimes, la granja de Las Habras acoge uno de los espectáculos más bellos del  florecimiento de los Guayacanes. Acorde al sitio Rutas del Guayas, este es el primer lugar  en el Guayas que ofrece este tipo de espectáculos de los Guayacanes.

¿SABÍAS QUÉ…?
Además de los llamativos Guayacanes, la granja de Las Habras  también ofrece paisajes naturales, espacios para acampar y andar en  bicicleta. Es un destino perfecto para disfrutar en familia.

Es precisamente a través del florecimiento de los Guayacanes y la gran oferta turística de  Colimes que en 2022 arribó el Proyecto La Fuente para seguir impulsando el ecoturismo  a través de prácticas agroecológicas que beneficien no sólo a la naturaleza, sino también  a la comunidad.

Junto con el apoyo de la Unión Europea, Fondagua, el Centro Internacional para la  Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN), la Universidad Casa Grande y el  Municipio de Guayaquil, se ha trabajado activamente en la implementación de abonos  orgánicos, biorrepelentes, bioles (abono líquido) y otros productos agroecológicos que  incluso han sido elaborado por los mismos agricultores y agricultoras de Colimes.

Para la consolidación del proyecto, se inició con estudios de la flora y fauna en la zona, a  fin de conocer y salvaguardar a las especies de la zona; entre esas, los Guayacanes. Luego,  se formó a la comunidad, a través de novedosas capacitaciones teóricas y prácticas que  fueron dirigidas a los agricultores, sus familias e incluso niños, quienes participaron en  jornadas de siembra.

Amarilis Soledispa, líder comunitaria del recinto Las Colembas en Colimes, es fiel  promotora de este desarrollo sostenible.

El proyecto siempre se pensó en beneficio a la comunidad y las familias y hay que  hablar del empoderamiento que ha tenido en nosotros: cambiamos por una vida más  orgánica y hoy los resultados son tangibles.
Amarilis Soledispa

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En Colimes, se promueve la agroecología en productos como rábano, naranjos, verde y más.

Pero desde su llegada a la zona, La Fuente también  ha realizado donaciones de señaléticas y otros  recursos que impulsan el proyecto turístico de  Colimes. Para potenciar estos esfuerzos, se preparó  a la comunidad para recibir a los turistas. No es  sorpresa encontrarse con guías turísticos jóvenes  que con mucho ímpetu realizan sus charlas  instructivas, orgullosos de su zona.

Tan solo en Las Colembas, donde reside la líder  comunitaria Amarilis Soledispa, el proyecto ha  tenido una gran acogida: ella asegura que 05 de 09  fincas familiares han acogido estos métodos  ecológicos. Se tratan de familias productoras de  rábano, naranjas, verde y muchos otros productos  que prácticamente usan cero químicos en su  siembra y cosecha. Entre risas, destaca que incluso  el sabor de estos alimentos mejora  significativamente.

Ella confía en que es sólo “cuestión de tiempo” que las otras fincas se sumen a este  desarrollo sostenible, pues, a su parecer, lo único que las detiene es el tiempo que puede  tomar adaptar sus suelos a una metodología distinta, puesto que los suelos orgánicos  tardan más en consolidarse que aquellos basados en químicos.

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Las Colembas ha sido uno de los recintos con mayor acogida del Proyecto La Fuente.

A pesar de ello, es claro que la comunidad es quien gana. Sólo en Las Colembas,  Soledispa revela que las casi 90 familias que conforman a esta zona están satisfechas con el impacto del Proyecto La Fuente. Y es que este proyecto integral también impulsa  la educación de calidad en niños y jóvenes, así como el empoderamiento femenino en  madres y niñas que se dedican a la agricultura, que tradicionalmente ha sido liderada por  hombres.

Este modelo sostenible ha sido replicado en otros 09 cantones y 15 parroquias en las que  se asienta la cuenca del río Daule, precisamente porque el objetivo troncal del proyecto  es la conservación de esta cuenca que representa al sustento del 25% de la población  ecuatoriana y está siendo afectada por problemas ambientales como la deforestación,  prácticas agrícolas inadecuadas y el manejo incorrecto de aguas residuales.

Pero mientras el Proyecto La Fuente se consolida en otros rincones del país, Colimes ha  sido un caso de éxito que refleja fielmente el encuentro entre el ecoturismo y el  compromiso con la conservación de los ecosistemas ecuatorianos.

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